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CAPÍTULO 10

LLUVIA DE CONTRATOS

13/03/25

¡Bienvenidos a la locura de la agencia libre! Para muchos, como para este que escribe, son los días más divertidos del año. ¿Dónde terminará este jugador? ¿Cuántos millones terminará llevándose este año esa estrella venida a menos? ¿Qué equipo invertirá mejor el dinero disponible? ¿Cuál será la franquicia que se llenará de contratos tóxicos? Por si averiguar la respuesta a todas estas preguntas no fuera ya bastante diversión, queda la eterna lluvia de mensajes en Twitter anunciando todos los movimientos según se van produciendo.

Pasada la tormenta de movimientos, llega el momento de realizar la lectura de los nuevos contratos. ¿Qué jugadores han visto aumentar su valor fantasy? ¿A quienes debemos bajar en nuestros rankings? Obviamente, la firma de un contrato a mediados de marzo no puede fijar el puesto de un jugador en el ranking fantasy (queda el draft, lesiones, movimientos de última hora…) pero ya podemos hacer una valoración que puede ayudarnos para realizar traspasos, acertar en los primeros drafts del año, y para ver las fortalezas y debilidades de cada una de las 32 franquicias.

Valorar el impacto de un contrato NFL en el valor fantasy de un jugador no es complicado, pero es una tarea en la que es fácil cometer errores. No pasa nada por valorar erróneamente el valor fantasy de un jugador, todos nos equivocamos, pero es mucho más problemático el equivocarse por no tener en cuenta todos los factores del nuevo contrato. Vamos a ver unos cuantos ejemplos que espero te ayuden en tus valoraciones contractuales:

1.- UNA MONEDA TIENE DOS CARAS

Si un jugador cambia de franquicia, lo habitual es centrarse en ver su encaje en su nuevo equipo. Nos volvemos locos analizando como será su relación con su nuevo QB, si su nuevo entrenador sabrá sacar todo su potencial, cuanta competencia de calidad va a tener, etc. y dejamos de lado la incidencia que va a tener su marcha en su anterior equipo. Vamos a verlo con un ejemplo: Javonte Williams.

Podemos centrarnos en su impacto en Dallas Cowboys, su nuevo equipo, y destacar el hecho de que ahora mismo es el único RB de su nuevo equipo. Llegará más competencia, claro está, pero ahora mismo sería un jugador que disputaría un enorme número de snaps. Veremos lo que ocurre en Dallas, pero claramente su valor fantasy ha subido. Quedarnos aquí sería un error, ya que dejaríamos de lado lo que supone su marcha para el cuerpo de running backs de los Denver Broncos. La pasada temporada, Denver repartió mucho sus carreras:

  • Javonte Williams: 139 carreras, 513 yardas, 4 TD

  • Jaleel McLaughlin: 113 carreras, 496 yardas, 1 TD

  • Audric Estime: 76 carreras, 310 yardas, 2 TD

Es casi seguro que Denver refuerce esta posición bien mediante una selección de draft bien mediante la llegada de otro corredor veterano. Pero, ahora mismo, el valor de McLaughlin y Estime se ha visto claramente incrementado. Veremos qué tercer corredor llega y como se puede reorganizar ese Backfield para la próxima temporada. Tú recuerda: cada vez que un jugador cambia de equipo hay que valorar a los dos equipos afectados por el movimiento.

2.- ENCAJA COMO UN GUANTE

Que un receptor importante llegue a un equipo no implica que su valor fantasy vaya a ser altísimo la próxima temporada. Para hacernos una idea del posible rendimiento de un jugador, debemos tener en cuenta su encaje en el esquema ofensivo de su nuevo equipo. Tomemos el caso de DeAndre Hopkins y su reciente llegada a Baltimore Ravens.

Baltimore fue el séptimo equipo con más yardas de pase en 2024, con 237.4 yardas por partido, lo que en teoría es un buen dato para el valor de DHop. No descorches la botella de cava todavía, hay más datos que analizar. Uno especialmente relevante es la competencia que va a tener en Baltimore. Y ya te adelanto que no es muy bueno.

Si nos fijamos en el depth chart vemos que los cinco jugadores que más participaron en el juego de pase de Ravens (Zay Flowers, Rashod Bateman, Mark Andrews, Isaiah Likely y Justice Hill) siguen en la franquicia. La llegada de Hopkins puede suponer la salida de uno de estos jugadores, como puede significar que Baltimore haya optado por añadir una pieza más en su nuevo intento de asaltar el campeonato. Con tantos receptores para un único balón, debemos fijarnos en los datos de cada uno de ellos en 2024:

  • Zay Flowers: 74 recepciones, 1059 yardas, 4 TD

  • Rashod Bateman: 45 recepciones, 756 yardas, 9 TD

  • Mark Andrews: 55 recepciones, 673 yardas, 11 TD

  • Isaiah Likely: 42 recepciones, 477 yardas, 6 TD

  • Justice Hill: 42 recepciones, 383 yardas, 3 TD

  • DeAndre Hopkins: 56 recepciones, 610 yardas, 5 TD

Números muy parecidos, lo que dificulta ordenar el orden de importancia de cada jugador. Podemos establecer a Zay Flowers como el WR 1, y sacar de la ecuación a ese RB receptor que es Justice Hill, pero a ver quien es el guapo que dice quien será el segundo receptor de esta franquicia. Cuesta ver a Hopkins más allá que un receptor que tendrá partidos buenos y malos, lo que le descarta para casi todas las ligas fantasy.

Ahora, si quieres ver un encaje perfecto de un jugador en su nuevo equipo, toma el caso Davante Adams. Otro receptor veterano, pero con una situación totalmente diferente a la de DHop.

  • Dato 1: Rams fue el décimo equipo con más yardas de pase en 2024.

  • Dato 2: Hasta ahora, Rams ha despedido a dos de sus principales receptores la pasada temporada. Demarcus Robinson ha hecho las maletas rumbo a San Francisco, mientras que Cooper Kupp sigue esperando su nuevo destino. Entre estos dos jugadores, sumaron 98 recepciones para 1215 yardas y 13 TD. No quiero decir que Davante vaya a tomar todos esos números, pero seguro que una gran parte de ellos van a parar a su mano.

  • Dato 3: Su HC va a ser Sean McVay.

  • Dato 4: Su QB va a ser Matthew Stafford.

  • Dato 5: Puka va a quitarle mucha atención de la secundaria rival.

 

Si, a estas alturas de temporada, lo lógico sería ver a Hopkins salir del draft sin ser seleccionado (o saliendo en últimas rondas como mucho), con Davante Adams se haría extraño que no saliera en ronda 4-6.

3.- TODO ES CUESTIÓN DE CONFIANZA

De todos los datos de los nuevos contratos, el primero en el que me fijo siempre es el que refleja la confianza que demuestra su nueva franquicia hacia su nueva adquisición. Veamos varios ejemplos que nos ayuden a ver el valor de este dato:

Najee Harris, Los Angeles Chargers: El encaje es, a priori, soberbio. Pocos entrenadores tienen la pasión de Jim Harbaugh por el juego de carrera, Chargers no tiene ahora mismo otro corredor en su plantilla (JK Dobbins todavía no ha renovado, y Hassan Haskins y Kimani Vidal no parecen capaces de restar carreras a nadie), y Najee no ha bajado de las 1000 yardas de carrera en ninguna de sus cuatro temporadas (1200, 1034, 1035 y 1043). Si nos fijamos solo en estos datos, y tuviésemos ahora mismo un draft, Najee sería selección de segunda o tercera ronda.

Entonces, ¿dónde está el problema? En que Chargers solo le ha dado un año de contrato, uno. Y tampoco es que esté tan bien pagado: 5.25 millones (puede llegar a 9.25 a base de incentivos). Si el año pasado vimos a D´Andre Swift llevarse 3 años de contrato en Chicago, choca un poco ver a Najee con un contrato de un único año.

Todo apunta a un claro comité, con JK Dobbins o con un RB seleccionado bien arriba en el próximo draft. Nada que haga ver a Najee como un RB que deba ser seleccionado antes de las rondas medias de un draft.

Podemos aplicar esta valoración a los Daniel Jones (un año de contrato mientras que Justin Fields se ha llevado 2), Joey Bosa (en su caso se entiende por el hecho de que se lesiona en cuanto estornuda), Javonte Williams (si solo le das un año, ¿estás indicando que será el RB 2 del comité?), Dyami Brown, Hollywood Brown, y muchos más que están por llegar.

Davante Adams, Los Angeles Rams: 2 años, 44 millones en total, 26 millones garantizados. Todo lo que tiene Davante de gran encaje en su nuevo equipo, lo tiene su contrato de poca confianza por parte de su nuevo equipo. Hagamos cuentas:

44 millones en dos años, son 22 millones al año. Si tiene 26 garantizados, para su segundo año sería un jugador al que se podría cortar o traspasar con mucha facilidad ya que le quedaría muy poco dinero garantizado. La mayoría de los contratos que garantizan poco más de un año los encontramos en jugadores muy veteranos con quienes sus nuevos equipos no quieren comprometerse ni siquiera a medio plazo, o con jugadores de rotación de quienes esperan se ganen sobre el terreno de juego el seguir en el equipo. No debemos preocuparnos por su rendimiento en ligas redraft, aunque es distinto en ligas dynasty.

En este saco tenemos a los Demarcus Robinson, Ty Johnson, Ashton Dulin, y compañía.

Quedan muchos más aspectos que se deben tener en cuenta, pero los dejaremos para la próxima semana. No quiero que pierdas tiempo, para que puedas seguir viendo como llueven los fichajes. ¡Mira acaba de caer otro Safety!

DAVID FORMENTÍN - @Daovir

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